Praga es una ciudad que alberga anualmente más de cuatro millones de turistas; por lo tanto existe una gran cantidad de sitios en los cuales hospedarse, pero esto no significa necesariamente que se pueda hacer un buen negocio. Cada mes abre un nuevo hotel, algo sorprendente dado que los que existen se lamentan porque en el pasado 2010 vendieron sólo el 50% de las habitaciones.
Tengan cuidado
En los últimos tiempos la mayoría de las personas busca su propio alojamiento en Internet. Intenten prenotar su estancia a través de una agencia de buena reputación; no es inusual que cuando se reserva con una agencia pequeña se reciba un servicio muy pobre además de que podrían robar los datos de sus tarjetas de crédito.
Connexión Internet
Muchos de los viajeros que buscan alojamiento en los hoteles también demandan la posibilidad de conectarse a Internet. Muchos hoteles que afirman disponer de una conexión Internet usualmente se refieren a una vieja conexión vía módem con cable, no se refieren a una conexión Wi-Fi. Esto es algo que deben conocer si viajan con su laptop. Algunos huéspedes esperan poder acceder a los ordenadores del hotel. En la mayoría de los casos existe sólo un ordenador por hotel. Los hoteles de negocio de seguro ofrecerán mucho más en este aspecto.
A propósito de los colchones
Muchos visitantes esperan encontrar una cama matrimonial en su habitación. En la mayoría de los casos no existen colchones dobles. Casi siempre se trata de colchones individuales que se unen para formar una cama matrimonial.
Aire acondicionado
Cuando busquen un hospedaje en Praga tengan presente que generalmente los hoteles más lujosos poseen aire acondicionado pero esto no está garantizado en el resto de los hoteles. No obstante, este no es un problema ya que probablemente no lo necesitarán en la mayor parte del año.
Desayuno complementario
Los hoteles más lujosos ponen a disposición de sus huéspedes un buffet particularmente suculento para el desayuno. Los hoteles más económicos tienden a ser más espartanos y ofrecen un desayuno mucho más modesto. Estos últimos generalmente sólo ofrecen: pan, mantequilla o mermelada y un poco más.
